viernes, 13 de julio de 2012

Supervillanos Komisarios

Repugnantes. Buenos para poco o nada. Fracasados.

Se dejaron llevar por el odio. ¡Qué facil! Eran adolescentes y con poco cerebro, allá por los 70 o los 80. ¡Qué atractiva era la violencia! Eliminar al enemigo. No hace falta mucha habilidad, sólo poca conciencia. Destruir es sencillo, nada de compasión, se entiende. No son adultos, posiblemente nunca lo sean ni lo serán, aunque hayan llegado a pasar de 40 o 50. Toda la culpa es de los demás. De todas sus limitaciones siempre se puede echar la culpa a los demás.
Toma galletón para los Supervillanos Komisarios

Empezaron su guerra hace ya demasiados años, kaleborrokeando, extorsionando, asesinando. La Organización lo tenía todo preparado. ¡Qué pena! Nunca pudieron o quisieron salir de la espiral de odio que los devoró. Gollum... Gollum…

Ahora saben que todo aquello no valió la pena, que no sirvió para nada. Se han convertido en inútiles para cualquier cosa honesta, pero no quieren ser los últimos de la cadena. Los jefes les pasan la mano por el lomo, les alimentan. Hasta alguna asesoría puede caer, y alguna cena también.

De los txokos salen sin tomar el postre, por la causa. Organizan a los adolescentes de ahora para que kaleborrokeen por ellos. Pasan consignas, materiales e instrucciones. Saben que para estos quinceañeros minigudaris de 2012 el único premio puede ser la cárcel, un brazo roto o una cabeza abierta. O peor todavía, acabar como ellos.

Vuelven al txoko para informar a los jefes de que la miniguerra borrokera ya está en marcha para esa noche. A tomar el café y la copa y recibir la palmada y la recompensa. Afuera quedan los críos, ¿qué importa que les pillen y les machaquen? ¿Qué importa que la vida de estos niños, tan pronto, se vaya a la mierda?

Supervillanos Komisarios, alguna vez el patxaran os puede, y la frustración y la impotencia. Y os enfrentáis en plena calle, ¡qué gallardos!, a algún español personalmente, y gritáis ¡Gora ETA!

No merecéis más que desprecio, comemierdas.

El Increíble Capitán Euzkadi

Salud y República vasca


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