jueves, 20 de septiembre de 2012

Antología abertzale I: Carta al rey Juan Carlos de un nacionalista visionario


 "El Estado vasco no es una quimera. Ha nacido y vive en nosotros. En nuestro pueblo hay ya grandes núcleos de hombres, muchos de ellos con categoría de representación popular en las organizaciones de Gobierno del País, a los que solo guía el enérgico mandato de los intereses de la Patria. Y cuando en un pueblo, con pleno conocimiento de sus derechos nacionales étnicos e históricos, brota, como germen de vida, el anhelo de darles satisfacción jurídica, han nacido ya los primeros rudimentos del Estado. Educar a éste con ideas de gobierno para lo futuro, he aquí la mayor y más primordial labor del Nacionalismo Vasco. (...)" 
Ramón de la Sota y Aburto, en "Nación Vasca", nº 5, Buenos Aires, 9 de mayo de 1924.

Juan Carlos I (¿y último?) escapando de una quimera


jueves, 6 de septiembre de 2012

Los Niños Perdidos


La orfandad es, sin duda, una de las mayores desgracias que pueden acontecer a los seres humanos. Y no solo en la etapa infantil. Cuando somos adultos necesitamos, también, el referente de los que nos precedieron, de nuestros orígenes.

Patxi, Oskitar, Peiotxo, Pernandito, Martintxu y Laurita
Pasa con las personas y pasa, también, con las organizaciones políticas. Especialmente con las que provienen de escisiones de otras. En nuestro País, el caso más claro es el del autodenominado MLNV, escisión del PNV en los tiempos de los movimientos revolucionarios marxistas de los años 60 del siglo pasado. Siempre debieron justificar su aventura negando cualquier mérito o bondad a aquellos de los que se escindieron.


Y pasado el tiempo, siempre han buscado sus antecedentes en cualquier sitio menos en su auténtico lugar de procedencia. Una época les dio por ANV, un partido republicano vasco que ni era de izquierdas y que tenía un perfil nacionalista vasco muy bajo. La poco numerosa muchachada de Euskadiko Ezkerra hubiera tenido bastantes más argumentos para arrogarse esa paternidad.


Original
Copia

Ahora, en un esfuerzo patético, pretenden ser la continuación del primer Lehendakari José Antonio Agirre. Precisamente, uno de los políticos vascos que más se distinguió, en el mar de odios que fue la última guerra civil, por humanizar el conflicto y evitar los crímenes y los asesinatos. 


Darían risa asomados al balcón del Hotel Carlton donde tuvo su sede el primer Gobierno vasco, si no dieran pena. Son los Niños Perdidos. Que vuelven a la casa del padre, después de su fracasada aventura de muerte, sangre y destrucción. Ojalá que se les quede algo del espíritu humanitario y civilizado, sacrificado y nacionalista vasco del Lehendakari José Antonio Agirre. 

Estoy seguro que todos saldríamos ganando.

El Increíble Capitán Euzkadi
Salud y República vasca

jueves, 16 de agosto de 2012

Los Esclavos felices = Los Dependentistas


Yo que nací y me forjé como superhéroe en el contexto de la guerra civil y la II Guerra Mundial he padecido desde siempre los argumentos dependentistas, para justificar la administración española y francesa de los territorios vascos, augurando las mayores calamidades en la circunstancia de que los vascos pudiéramos ejercer nuestra soberanía.

Desde España, concretamente, siempre se han vaticinado catástrofes políticas, humanitarias, económicas y hasta climatológicas en el caso de que los vascos rompiéramos nuestros vínculos administrativos con nuestros amos del sur.

Tener que “comer hierro”, incluso después de inventado el comercio, era una expresión muy utilizada por quienes nos han hecho comer plomo y fuego.

Para los dependentistas, a la españolísima tutela debíamos deber todas las bondades que la Providencia nos permitía: desde el buen tiempo hasta las vacaciones estivales y las pagas extras…

Yo intentaba recordar cómo el Estado español nos había enviado médicos para curarnos de nuestras enfermedades y técnicos para enseñarnos a trabajar, crear industrias y empresas. Cómo nos habían mandado ayuda en caravanas con medicinas y alimentos para que pudiéramos sobrevivir en nuestras estériles tierras. Pero no había manera. Solo recordaba que nos hubieran enviado maestros con “anillos”, funcionarios estatales, policías y militares. Casi, casi… nada bueno.

Hoy más que nunca es evidente que el infierno que nos presentaban caso de llegar a ser los vascos independientes no existe. Y si algo se le parece es quedarnos atados a la España, que, en el mejor de los casos, como diría Machado, se aburre y bosteza. Y en el peor, se corrompe y estafa, no produce y se adeuda.

Sólo los más recalcitrantes esclavos felices, los más obcecados dependentistas, lo más granado de la colonia española en nuestra tierra (y con los cambios antidemocráticos que se avecinan, fuera de ella), pueden seguir defendiendo que lo conveniente y prudente es seguir amarrados al nefasto reino español, que se hunde irremisiblemente por culpa de sus propios vicios, estructuras y problemas. Sólo los fanáticos ahora, los “que se dejan llevar por ensoñaciones políticas”, los irrealistas, pueden defender en 2012 la dependencia de España.

Sea para ellos mi más compasivo saludo y mi estímulo, que, caso de que se proclame, de una vez, la República vasca, para bien o para mal, caso de necesitarla, siempre tendrán a España bien cerca.

El Increíble Capitán Euzkadi

Salud y República vasca

martes, 24 de julio de 2012

Supervillanos Antiestéticos


Si la cara es el espejo del alma, el cuerpo entero, no digamos… Aquellos que en nuestro país se dejaron llevar por el odio y la violencia, … Gollum, Gollum… como el personaje tolkiano acabaron transformando su aspecto con un look repugnante.

Esto les distingue, y lo llevan con una entereza digna de mejor causa. Desde los “cortes” de pelo hasta todos los complementos, foulards, palestinos, makutos, botas, sudaderas, mallas (no de superhéroes)... todo parece destinado a ocultar cualquier belleza de que pudiera haberles dotado la naturaleza.

La ausencia de sentido del ridículo y de la estética les ha permitido incluso ponerse txapelas negras encima de capuchas blancas para sus más ceremoniales ruedas de prensa.

Yo tengo la secreta esperanza de que, además de dejar de usar la violencia, emitan un día un comunicado en el que anuncien que van a acabar vistiéndose de forma que les favorezca.

El camino no será facil, estoy seguro. Pero espero que algún día los Supervillanos Antiestéticos desaparezcan. Para muestra un botón. La foto de la toma de posesión del nuevo “responsable” de Medio Ambiente en la Diputación de Gipuzkoa. ¿El antes y el después?

Nombramiento de Iñaki Errazkin (foto Deia). ¡Ay mi toritoooo, mi torito bravooooo!

Algunos de los superborrokas mantienen en la ceremonia tradicionales atuendos. Chaquetilla vaquera y zapatillas deportivas al fondo, como diría Pedro Navajas “por si hay problemas para ir volao”. Y el “homenajeado” luce una lamentable camisa curra, remangada y sin meter en el pantalón y, como especial complemento, dos espectaculares manchas de sudor en las axilas, que serían la envidia del antiguo entrenador de la españolísima selección de futbol señor Camacho. Junto a esta piltrafa, dándole la mano y hecho un pincel, el actual diputado general, con corbata y traje a medida.

¿Que quieren decir el atuendo, la compostura y la actitud del “homenajeado” de la foto, mal vestido, desaseado y desaliñado? ¡Que no hay respeto! No hay respeto a la institución, la Diputación de Gipuzkoa, ni a los gipuzkoanos, para los cuales debería empezar a trabajar. Va “sobraíto”, como la mayoría de los de la “tribu”. Eso sí, si un día, por designación, le toca ir a presentar sus respetos al rey español, se pondrá traje y corbata, como hizo Jon Idigoras. Al pueblo no, pero estos “revolucionarios” a los poderosos sí les respetan.

El Increíble Capitán Euzkadi
Salud y República vasca

lunes, 23 de julio de 2012

Teo "Jetadecemento" Uriarte. Otro Etarra “bueno”

Los supervillanos conversos me persiguen. Como comentaba recientemente, acababa de asimilar la “Biografía patriótica”-homenaje que la corte de los milagros ha dedicado a Don Mario Onaindia, con nada menos que “Patxi” López en uno de sus últimos actos como FakeLehendakari encabezando la procesión y me desayuno con otra hazaña de otro etarra “bueno”. Nada menos que don Teo, que tiene como su principal superpoder, no el volverse de fuego como la Antorcha Humana, o de hielo, como Estela Plateada, sino el de poder convertir, a voluntad, su jeta en puro cemento.

Esta habilidad la ha vuelto a demostrar en su columna del pasado 17 de julio del diario monárquico-socialista “El País”, donde los etarras “buenos” son legión, y que ha titulado “Regeneracionismo”. En ella habla de otro libro imprescindible sobre la ETA, más que nada porque le habrán entrevistado a él y lo han hecho amiguetes de amiguetes en la UPV,  y publicado, cómo no, por una prestigiosísima editorial madrileña: “Sangre, votos, manifestaciones. ETA y el Nacionalismo Vasco Radical (1958-2011)”. (Lo de Nacionalismo Vasco, cuando hablamos de ETA, que se vea bien).

Y va el pollo y nos larga a todos los demás una filípica sobre lo necesario que es leerlo para no volver a cometer los mismos errores. ¡Serás tú cantamañanas! Memorízalo, ponte de rodillas y sostén cuarenta ejemplares en cada mano extendida durante una cuaresma. 

Los que nunca hemos utilizado un arma más que en las barracas de feria no necesitamos tu cínico consejo. Los que os dijimos siempre que la violencia no iba a solucionar nada a los gallardos que os dio por arreglar el mundo con pistolas y bombas, y muerte y miseria, no deberíamos tener que padecer ahora tu estulticia y tu desvergüenza, para tener el papo y la caradura de avisarnos que matar a la gente está muy feo. ¡Ya lo sabíamos cara sapo! Para saber eso no necesitamos leernos ese universitario mamotreto.

Que tengas lo que mereces, si es posible, Supervillano converso Teo "Jetadecemento" Uriarte, te desea, sinceramente

El Increíble Capitán Euzkadi

Salud y República vasca

jueves, 19 de julio de 2012

El Doctor Paco y su Euskotontómetro

Otro supervillano que nos vino de Asturias y nos quiere decir cómo nos tenemos que portar los vascos es el inefable Doctor Paco. Como no tiene superpoderes, se inventó el Euskotontómetro, que sirve para medir hasta qué punto los vascos somos tan tontos como para creernos sus mentiras.

Empezó, poquito a poco, pero en seguida se le vieron maneras y en la UPV muy pronto le hicieron Supercatedrático. Aplicaba su Euskotontómetro antes y después de las elecciones. Antes nos decía que los vascos vamos a votar a partidos muy bonitos y muy españoles. Como luego eso no pasaba, se liaba con las cuentas de la vieja, a ver si le salía demostrada su teoría de que el nacionalismo vasco iba a desaparecer e iba a aparecer una raza de superciudadanos que solo votarían partidos modernos, constitucionalistas y españoles.
El malvado Dr. Paco y su Euskotontómetro

Pero al pobre Doctor Paco la realidad siempre le dejaba en ridículo a su Euskotontómetro y a sus “tonteorías”. Terminó asegurando que, bueno, que igual era verdad que el nacionalismo vasco era mayoritario, pero que los que le habían votado se habían arrepentido nada más hacerlo. Cosas así...

Para acabar de fastidiarle sus “tonteorías” de las dos mitades, la suya la buena y la otra la mala, cada vez se demuestra más claramente que de eso nada, y que los patriotas constitucionales que votan a partidos nacionalistas españoles están más cerca del tercio o el cuarto que de otra cosa. ¡Si para matarle del disgusto, por primera vez, el 20 N pasado, los partidos nacionalistas vascos sacaron más escaños en unas elecciones a las cortes españolas!

Pero el Doctor Paco es un Supervillano mal perdedor. Fracasado su Euskotontómetro, ya se está apuntando a otra nueva y espectacular “tonteoría”. Por culpa del nacionalismo vasco, no solo por la ETA, como todos los nacionalistas vascos miraban mal a los españoles, cientos de miles de ellos se tuvieron que marchar de Euzkadi, y ahora los nacionalistas vascos ganan por eso.

Si no ha sido suficiente con la “marcha verde” española a Euzkadi, con traer miles y miles de funcionarios policiales, militares y de todo tipo, que votan nada más bajar del coche, la furgoneta o el blindado, hay que hacer que voten también los que alguna vez estuvieron en Euzkadi y se fueron. ¡Claro que sí! ¡Democracia a la española! Apunte usted también a los que hicieron turismo y se bañaron un día en la Concha. Y a todos los camioneros que alguna vez usaron la Nacional 1, que para eso la llaman Nacional.

¡Y no se quede ahí, Doctor Paco, no sea mariacomplejado! Que lo suyo no es nacionalismo étnico, que es cívico, como el de los croatas y los rusos, que es del bueno. ¡Que voten en las elecciones vascas todos los buenos españoles, los que se fueron, y los que nunca vinieron! ¡Que hubieran venido si no hubiera sido por que se asustaron pensando en que los malvados vascos les iban a mirar mal ¡Y ya puestos, que no puedan votar los vascos, que no están maduros para comprender las ventajas de la españolidad. ¡Y ya podría usted tirar el Euskobarometro a la papelera! ¡Y dejar de hacer el ridículo! ¡Y de avergonzar a los estamentos que se suponen científicos¡ ¡Y dejar de ser el sociólogo torero! Condecorado, eso sí, por sus inventos. ¡Democracia a la española, primero la orgánica y ahora esta! ¡Olé y olé y olé!

El Increíble Capitán Euzkadi


Salud y República vasca

miércoles, 18 de julio de 2012

Don Mario. El Etarra “bueno”

Saben mis amigos que tengo un especial “cariño” por los conversos.

Estaba en mi superguarida, tan contento, cuando me llega un mensaje del PSOE. Van a celebrar un homenaje, presentando una biografía, en memoria de un etarra “bueno”, nada menos que Don Mario (Onaindia). No va a faltar nadie, ni el FakeLehendakari “Patxi”, ni lo más granado de los coros y danzas del PSOE, ni una pléyade de historiadores españoles, encabezados por el Supercatedrático de la Granja, que puede conseguir así algunos Méritos más para el Príncipe de Asturias y el Marquesado.
Don Mario, Indio Renegado

El bueno de Don Mario pensó que las cosas se podían arreglar con la violencia, fue amigo de las pistolas e ingresó en ETA. Pero luego vio la luz, y la conveniencia, y se pasó al bando contrario. Hermoso ejemplo de converso. Desde tan milagroso cambio no le faltaron nunca premios ni prebendas. Hasta acabaron haciéndole hueco en el PSOE y le adecentaron el pesebre para facilitarle una actividad intelectual donde, asomando la punta de la lengua y afilado el lapicero, emborronaba cuartillas que luego se publicaban en las más distinguidas editoriales madrileñas. No faltaban en la Corte los elogios a su finura y su talento.

Escribía cosas muy elevadas e importantes, entre galardones y premios. Pero a veces, un sentimental al fin y al cabo, recordaba sus tiempos cuando aún no se había “convertido”, y deslizaba algún dato biográfico que mis superpoderes no han dejado de captar, incluso inserto en alguno de sus soporíferos muermos (afortunadamente, al principio de uno, si no nunca hubiera podido verlo).

Allá por su infancia, adivina adivinanza, ¿con quién se identificaba el niño Mario cuando veía en el cine una película de vaqueros? (Tiros que nunca faltaran, por cierto) Ni con el indio, ni con el sheriff, ni con el corneta del Séptimo. El pequeño Mario se enternecía e identificaba nada más y nada menos que con el personaje del indio renegado que colaboraba con la caballería norteamericana en el exterminio de lo que una vez fue su pueblo.

Eso merece premios en España hasta después de muerto. En ello andarán, con cara de emocionados, el 19 de julio, al presentar un libro sobre este converso, lo mejor de la españolidad en Euzkadi con “Patxi” López a la cabeza. Para que no falten la guasa y el misterio, han titulado la obra “Biografía Patria”, y nada menos que el Supercatedrático Fusi ha reseñado que el libro es “imprescindible”. No va a faltar en ninguna “Casa del Pueblo”.
Lo que sí fue prescindible fue la afición a los tiros y la traición de este personaje. Qué “explorador” se perdieron los “cuchillos largos” por haber nacido Don Mario en otro continente, en otro siglo y en otra guerra.

El Increíble Capitán Euzkadi

Salud y República vasca

viernes, 13 de julio de 2012

Supervillanos Komisarios

Repugnantes. Buenos para poco o nada. Fracasados.

Se dejaron llevar por el odio. ¡Qué facil! Eran adolescentes y con poco cerebro, allá por los 70 o los 80. ¡Qué atractiva era la violencia! Eliminar al enemigo. No hace falta mucha habilidad, sólo poca conciencia. Destruir es sencillo, nada de compasión, se entiende. No son adultos, posiblemente nunca lo sean ni lo serán, aunque hayan llegado a pasar de 40 o 50. Toda la culpa es de los demás. De todas sus limitaciones siempre se puede echar la culpa a los demás.
Toma galletón para los Supervillanos Komisarios

Empezaron su guerra hace ya demasiados años, kaleborrokeando, extorsionando, asesinando. La Organización lo tenía todo preparado. ¡Qué pena! Nunca pudieron o quisieron salir de la espiral de odio que los devoró. Gollum... Gollum…

Ahora saben que todo aquello no valió la pena, que no sirvió para nada. Se han convertido en inútiles para cualquier cosa honesta, pero no quieren ser los últimos de la cadena. Los jefes les pasan la mano por el lomo, les alimentan. Hasta alguna asesoría puede caer, y alguna cena también.

De los txokos salen sin tomar el postre, por la causa. Organizan a los adolescentes de ahora para que kaleborrokeen por ellos. Pasan consignas, materiales e instrucciones. Saben que para estos quinceañeros minigudaris de 2012 el único premio puede ser la cárcel, un brazo roto o una cabeza abierta. O peor todavía, acabar como ellos.

Vuelven al txoko para informar a los jefes de que la miniguerra borrokera ya está en marcha para esa noche. A tomar el café y la copa y recibir la palmada y la recompensa. Afuera quedan los críos, ¿qué importa que les pillen y les machaquen? ¿Qué importa que la vida de estos niños, tan pronto, se vaya a la mierda?

Supervillanos Komisarios, alguna vez el patxaran os puede, y la frustración y la impotencia. Y os enfrentáis en plena calle, ¡qué gallardos!, a algún español personalmente, y gritáis ¡Gora ETA!

No merecéis más que desprecio, comemierdas.

El Increíble Capitán Euzkadi

Salud y República vasca


martes, 10 de julio de 2012

Los Supernavarros

No son Supervillanos. Tampoco son Superhéroes. ¡Son Superdespistados!

La cosa empezó, como muchas, con reflexiones históricas. De ahí se paso al historicismo y al esencialismo. Y se lió parda.

Haciendo la crítica a la historiografía oficial española y su tratamiento del Reino de Navarra, y especialmente de su conquista, se pasó al otro extremo. ¡Y se inventó el supernavarrismo! Al punto que los que iniciaron la cosa ya ni reconocen a la criatura.

Supernavarros, siempre con la vista algo dañada
Euzkadi ya no existe, toda ella es Supernavarra. Y los vascos tampoco existimos. Seamos bizkainos o suletinos, ahora somos “navarros”. De la “Navarra occidental o marítima”. El escudo de Navarra fue la primera “bandera”…

Y existió un Reino, queridos niños, que era todo un Estado Vasco Independiente (querrán decir “navarro”) allá en la Edad Media, hecho histórico que es donde se deben basar todos los fundamentos del nacionalismo vasco (perdón “navarro”) y las reclamaciones a la ONU.

Sobre todo este relato me gustaría dar alguna opinión como Capitan Euzkadi:

Euzkadi, o Euskal Herria, o Eskual Herría, o Vasconia, o el País o los Países de los Vascos se compone de seis territorios históricos, por orden alfábetico, aunque riguroso, conveniente para no herir susceptibilidades: Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa y Zuberoa.

Algunos de estos territorios están o han estado más poblados que los otros, algunos son más extensos, otros menos, y cada uno ha podido ser, a lo largo de la Historia, Hermandad, Señorío, País, Provincia o Reino.

Todos los que nos consideramos vascos pensamos que todos somos hermanos. Y que no hay categorías que hagan mejores a unos que a otros, dependiendo de la extensión, población o estatus jurídico de cada territorio.

En un país tan pequeño, sorprende su diversidad geográfica. Pueden encontrarse en él montañas y llanuras, costas, selvas y desiertos. En cada uno de estos seis territorios los vascos nos adaptamos a su medio y formamos una historia propia. No siempre compartida. A veces enfrentada. Especialmente por el interés de Estados más poderosos que los nuestros, como los de España y Francia.

Si en algo nos distinguimos de los demás, entre otras cosas, fue por ser resistentes, resilientes. Nunca ha habido un Estado nacional vasco, entre otras cosas, porque en la Edad Media no existían ni el nacionalismo ni las conciencias nacionales. Y los reinos eran de los reyes, no del pueblo. Reyes incluso de dinastías extranjeras de los países en los que llegaban a reinar, por si hace falta ser más claros.

Aplicar conceptos y categorías actuales al pasado no puede fundamentar ni el relato histórico ni el político. Es caer en el esencialismo y en el historicismo. Del que precisamente acusamos a nuestros enemigos. Para hacer, desde nuestro lado, lo mismo.

Y a fin de cuentas, con perdón, lo que más ha distinguido a los vascos no ha sido el único reino que se conformó en nuestro suelo. Que no se distinguió de otros muchos que hubo en Europa en la misma época, y acabó mal, como tantos otros también. Mucho por divisiones internas. En esto sí que hay semejanza entre los seis territorios.

Si alguna estructura política vasca ha tenido singularidad histórica y política no ha sido ningún reino, sino los ordenamientos forales que se crearon en los otros cinco territorios. En algunos de los cuales se llegó a establecer la hidalguía universal. Que suponía que todos sus habitantes, hombres y mujeres, eran iguales ante la ley. Siglos antes de las Revoluciones occidental y francesa. Cuyos ideólogos, americanos y europeos, tuvieron estos modelos políticos vascos como referente. A pesar de que no eran propios de Estados soberanos, como el mitificado y conquistado, ahora hace medio milenio, reino de Nafarroa.

Los vascos seguimos existiendo, a pesar de conquistas, ocupaciones, imposiciones y opresiones. En Araba y en Bizkaia, en Gipuzkoa y en Lapurdi, en Nafarroa y Zuberoa. Los resistentes vascos.

Sirva esta supercariñosa reflexión para los supernavarros, que no son bizkainos o alaveses orientales, como el resto de vascos tampoco son navarros occidentales, de su superhéroe favorito

El Increíble Capitán Euzkadi
Salud y República vasca

viernes, 6 de julio de 2012

El Correo español 75 aniversario de un periódico “centenario” (2ª parte)



El diario continuó su labor militante de defensa y promoción de la Dictadura, el falangismo y el fascismo. Vio caer a las dictaduras hermanas de Alemania e Italia de las que glosó sus éxitos y lamentó sus fracasos hasta el final de la II Guerra Mundial, y se acomodó, como su Caudillo, a todos los cambios y nuevas situaciones, con especial maestría. En esto el diario fue siempre significativamente franquista.

Siempre militante y decidido puntal del régimen, en la vanguardia del franquismo. No eran un grupo de esforzados periodistas que no podían publicar otra cosa que lo que las “autoridades” les permitían, como en su “leyenda blanca” quieren presentar sus sucesores, y cuya vocación literaria no les dejaba otra opción para poder ver sus letras impresas. Fue un decidido grupo de falangistas, fascistas y franquistas que colaboraron con la Dictadura todo el tiempo que duró, tan necesarios para su mantenimiento como los militares, policías, jueces o fiscales del régimen.

Director de un periódico fascista enseñando orgulloso su portada

Como muestra un botón: El 8 de junio 1950  el titular de su portada era: “Las naciones que comulgan con la verdadera fe no pueden hacer concesiones al error. Por el portillo abierto por la política liberal entraron en España, la Enciclopedia, la Masonería, las leyes descristianizadoras y el peligro comunista.” El diario, que tras los cambios internacionales viraba del fascismo y falangismo al nacional-catolicismo, justificaba la Dictadura y atacaba la Democracia con el siguiente símil bíblico:

“(…) Esa opinión pública que no cuenta con los votos de las generaciones y que se cree en todo momento dueña de los destinos de un país quedó definitivamente deshonrada en las páginas del Evangelio, cuando aclamó al Hijo de Dios el Domingo de Ramos y pidió la crucifixión el Viernes Santo, luego de haber libertado a Barrabás en aquella horrenda votación preliminar.”

Quedaba así magníficamente compendiado el ideario nacional-católico. El pueblo nunca es soberano ni tiene nunca derecho a decidir sobre lo que los totalitarios esencialistas interpretan que es una realidad secular y de muchas generaciones. Como el pueblo es voluble y caprichoso, y se equivoca, hasta extremos de preferir a Barrabas a Cristo, o una república democrática a una monarquía corrupta, un estado laico a otro confesional católico, para eso están los salvapatrias, militares, jueces o periodistas, para decidir por ellos. Preocupa considerar hasta qué punto este ideario ha podido sobrevivir a la propia Dictadura.

Como el robo y la violencia sobre el que se fundaba su nacimiento no resultaban demasiado ejemplares, pronto el diario se olvidó de sus orígenes y “pecado original” y a los 23 años de aquel momento ya tuvieron la feliz idea de conmemorar nada menos que sus bodas de oro, festejando en un número especial su ¡50! aniversario, haciendo suya la fundación del vampirizado “Pueblo Vasco” en 1910. Para que a la “broma” no le faltara un toque sentimental y que diera alguna “pista” de la verdad, como hacen a veces los criminales inconscientemente, este ejemplar se publicó el 19 de junio de 1960, aniversario, este sí real, de la “liberación” de Bilbao, que era como titulaban y celebraban los sublevados contra la democracia en 1936 a la ocupación militar de esta ciudad.

Cincuenta años después, cómo no, celebraron el “centenario”. Yo, gracias a mis superpoderes, puedo ver con claridad que no llegará a cumplirse el centenario real de “El Correo Español”, el 6 de julio de 2037. Pero no quiero dejar pasar la ocasión de su auténtico 75 aniversario, este 6 de julio de 2012, para señalarlo, en honor a la verdad, y a todas las personas a quienes entre tantos padecimientos hubieron de añadir el que les fuera ocultada, durante la larguísima Dictadura franquista, por este diario “centenario”.

El Increíble Capitán Euzkadi
Salud y República vasca

jueves, 5 de julio de 2012

El Correo español: 75 aniversario de un periódico “centenario” (1ª parte)


Para que fuera posible una dictadura como la franquista no era suficiente con un dictador que dictara.

Hicieron falta militares que se hicieran con el poder, y lo mantuvieran, por la fuerza y la violencia. Policías que asesinaran, torturaran, robaran y aterrorizaran. Jueces y fiscales, gobernadores y alcaldes, que organizaran y administraran la injusticia. Obispos que la consagraran y justificaran. Maestros y profesores que maleducaran, adoctrinaran y engañaran. Periodistas que hicieran propaganda del régimen, ocultaran la verdad y mintieran…

Esto lo sabían muy bien, desde un principio, los que se rebelaron contra la Democracia en 1936. Todos los elementos citados eran necesarios para conseguir sus objetivos y mantener la Dictadura que instauraron. Si cualquiera de ellos fallara su proyecto totalitario podía fracasar.

Por eso tuvieron siempre un especial cuidado en utilizar todos lo medios “informativos” a su alcance para manipular la verdad y propagar su doctrina fascista. Y cuando digo “a su alcance”, quiero decir exactamente eso.

Cuando, ahora hace 75 años, ocuparon Bilbao y el resto de la Bizkaia que se mantenía leal a la República, no solo se hicieron con la industria que no había sido destruida, como tantas veces se recuerda. También se hicieron con los medios de comunicación. Mauser y pistolas en mano, entraron en las redacciones e imprentas de los periódicos democráticos para detener o asesinar a cualquier periodista que encontraran, pero, sobre todo, para utilizarlas en su campaña.

Nació así, precisamente y para más “Inri” en los locales donde se publicaba desde hacía más de veinte años uno de los principales periódicos vascos, el “Euzkadi”, un nefasto 6 de julio de 1937, “El Correo español : Diario de Falange Española Tradicionalista y de las JONS.”.

¿Sus objetivos? Los de los sublevados. Colaborar en la guerra, aumentando la moral de los rebeldes y minando la de los defensores de la Democracia, utilizando la mentira como principal recurso. Ayudar en la retaguardia en la imposición del terror sobre la población en la zona ocupada por los fascistas, eufemísticamente “liberada”, en especial haciendo públicas las listas de los apresados, condenados y ejecutados. Hacer propaganda de la ideología fascista. Y construir el culto al líder de aquella masacre, el “generalísmo” Francisco Franco:

El 30 de septiembre de 1937, un día antes del “Día del Caudillo”, festividad que le faltó tiempo para instaurar al año de su proclamación por el resto de generales sublevados como Líder - Jefe supremo o de Estado – Dictador o lo que fuera, publicaba el diario: 
La conducta ejemplar del Caudillo. La conducta del Caudillo a lo largo de nuestra Cruzada por Dios y por España, es uno de los más altos valores del Movimiento nacional. Si el generalísimo Franco no tuviera por merced del Cielo y para fortuna de la Patria tan excelsas dotes de inteligencia, de cultura, de voluntad esforzada, de serenidad magnífica ante las situaciones más complejas y difíciles; en suma, cuanto condensa la personalidad privilegiada del Caudillo, bastarían para asegurarle supremacía suprema entre todos los españoles y para atribuirle autoridad máxima, su conducta y su moral cívica, verdaderamente ejemplares…” El papel lo aguanta todo y, para vergüenza ajena, también lo conserva.

La prohibición de todos los periódicos democráticos o independientes supuso, por otra parte, que la oferta periodística resultara excesiva para los lectores de derechas que había en Bizkaia. “La Gaceta del Norte”, “El Pueblo Vasco” y “El Correo Español” eran demasiados y las “autoridades” decidieron en abril de 1938 concentrar esfuerzos, obligando al rotativo “El Pueblo Vasco”, de propiedad familiar, a integrarse en el diario fascista. De que “El Pueblo Vasco” resultó absorbido por “El Correo Español” no caben dudas, tanto por el hecho de que su nombre, menos simpático a todas luces para las “autoridades”, apareciera posteriormente al del nuevo diario como porque, tras la “fusión”, se continuara la numeración falangista.

La despedida de “El Pueblo Vasco” no dejaba tampoco lugar a dudas en su número 8.326, del 12 de abril de 1938. “En una España unida y en orden, se necesita una Prensa poderosa pero no numerosa”.

Así pasó a titularse el periódico franquista “El Correo Español – El Pueblo Vasco : Diario de Falange Española Tradicionalista y de las JONS” desde el 13 de abril de 1938. Una cuestión nominal que no supondría mayor cambio ideológico y práctico, excepto para los propietarios y redactores del fenecido “El Pueblo Vasco” y no tendría mayor importancia hasta tiempos posteriores.

Continuará mañana... 

Salud y República vasca

lunes, 2 de julio de 2012

Indalecio Prieto, “marxista de principios”


En mi esforzada labor por repartir mandobles a diestra y siniestra contra los enemigos del nacionalismo vasco hoy le va a tocar recibir a la siniestra. A la organización pretendidamente de izquierdas que más ha hecho a favor del Estado español en la parte de Euzkadi bajo su administración: el Partido Socialista Obrero Español, y a uno de sus más destacados miembros: Indalecio Prieto.

Nació en Asturias, en Oviedo, pero tuvimos la “suerte” de que siendo mozuelo viniera a vivir a nuestro país, a Bilbao. No le faltó tiempo para afiliarse al PSOE y en esta organización comenzó una carrera política que le llevaría a las más altas instancias.

Euzkadi se le acabó quedando pequeña y don Inda, como tantos españoles aventajados, acabó trasladándose a Madrid. Allí fue donde acabó desenvolviéndose como pez en el agua y demostró mejor sus grandes capacidades.

Don Inda se reveló como un magnífico marxista, pero, como tantos otros del PSOE, entonces y ahora, no marxista de Karl, sino de Groucho, especialmente en lo referente a la genial frase del memorable cómico: “Estos son mis principios. Si no le gustan… tengo otros.”

Como al falso periodista, al que la realidad nunca debía fastidiarle un buen titular, al señor Prieto los principios nunca debían fastidiarle una buena oportunidad. Esto fue la principal constante de su vida / carrera política.

Como muestra, un botón. Como suponía que el reconocimiento del derecho del voto femenino podía perjudicar electoralmente a su partido, se mostró contrario a permitir que las mujeres pudieran votar. La conveniencia propia por encima de la justicia y los derechos humanos. ¿Para qué nos dedicamos a la política? ¿Para hacer un mundo mejor y más justo o para hacernos con el poder? Don Inda lo tenía claro y, además, había encontrado un partido político a su medida.

El “afecto” que nos tuvo a los vascos se le puede suponer. Como le tocó tramitar el primer estatuto de autonomía, siendo presidente de la Comisión que lo presentó en el parlamento español, todavía nos lo presentan los historiadores españoles como padre de la autonomía vasca, y hasta le han puesto su nombre a una estación de trenes en Bilbao. Pero don Inda solo estuvo interesado en la autonomía para implicar a los nacionalistas vascos en la guerra civil que ya llevaba meses sufriéndose y para promocionar a las fuerzas de izquierda en nuestro país. Nada de justicia o reconocimiento de derechos nacionales vascos. 

Este era don Inda, que siendo ministro de Aire y Marina cuando Euzkadi estaba siendo masacrada por la aviación facciosa, nunca atendió a las desesperadas demandas del Lehendakari Agirre para que enviara aviones que pudieran defender nuestros cielos. Qué poco cariño le suscitó su vida entre nosotros para no poder mostrar un poco de misericordia hacia la tierra en la que no nació pero se hizo un hombre. ¡Qué poco se distinguió en esto de tantos otros españoles!

Sea para este supervillano del PSOE, “marxista de principios” y paladín del nacionalismo español, el más potente superabucheo del Increíble Capitán Euzkadi.
Salud y República vasca

miércoles, 27 de junio de 2012

Los Supervillanos Conversos


De entre los supervillanos que atacan al nacionalismo vasco, ningún tipo destaca más por su salvajismo y fanatismo que los conversos.

Son individuos que, en principio, optaron por la defensa de su propio pueblo pero que un buen día dieron un giro de 180 grados y arremetieron contra su país y sus compatriotas con una ferocidad digna de mejor causa.

Serían semejantes a aquellos elefantes que en las batallas de la Edad Antigua enloquecían y hacían más daño entre las propias filas que los enemigos, si no fuera porque la mayoría de los conversos cambian de bando tras meditadas reflexiones en las que lo único que tienen en cuenta es su interés personal. Ninguna nobleza, como la que pudiera atribuirse a los paquidermos. Más similitudes, en cambio, pudieran encontrarse con los seres con fama de asustar a estos gigantes: las ratas.

Los conversos pueden encontrarse en todos los niveles. Desde pistoleros que no saben hacer la “O” con un canuto o un programa de Autocad y se transforman en apóstoles del pacifismo ajeno, hasta “intelectuales” que pasan de abertzales a monárquicos y del arrastre de piedra a los toros. Han podido ser cualquier cosa cuando se les suponía nacionalistas vascos: administrativos, profesores, periodistas, consejeros de cultura o incluso diputados generales.

Después se han transformado por considerar que sus enormes egos no eran suficientemente bien tratados, o por ver que su traición iba a ser magníficamente recompensada, desmedidamente si se atiende a sus escasos méritos. La ambición les puede, les domina. Necesitan premios, recompensas. Necesitan más. Sus “tesoooros”. Gollum, Gollum…

Los premios, al cambiar de bando, vienen rápidos. Sea usted un desconocido profesor universitario al que no le hacen caso ni sus alumnos y acababa convertido en un ilustre con entrevistas en los dominicales de los principales diarios, galardones nacionales y hasta la dirección de algún ente nacional, español, claro está. Pasando de vivir en una “provincia” a la capital del reino. La gloria para algunos. España sí paga a traidores. De adjunta a catedrática, de gacetillero a director de radio, de jorobado a galán, de tartaja a locutor y doblador profesional. ¡Qué milagros se producen cuando se cambia de bando!

Y, a cambio, la fe del converso. Irreconciliables e inmisericordes con sus antiguos compañeros. Más fanáticos que sus nuevos amos, a los que venden todos sus conocimientos de su anterior bando. Atizando siempre odios y echando gasolina al fuego. Que si se acaba la guerra se les acaba el chollo, y vuelve a descubrirse que son mem@s, tont@s y fe@s.

Les he comparado con las ratas y he hecho mal. He sido injusto con estos roedores. Son las primeras en abandonar el barco. Pero hasta estos animales tienen la decencia, cuando cambian las tornas, de no intentar volver.

Este zoológico relato ha podido ser realizado gracias a los invendibles superpoderes del Increible Capitán Euzkadi.

Salud y República vasca