No son Supervillanos. Tampoco son Superhéroes. ¡Son Superdespistados!
La cosa empezó, como muchas, con reflexiones históricas. De ahí se paso al historicismo y al esencialismo. Y se lió parda.
Haciendo la crítica a la historiografía oficial española y su tratamiento del Reino de Navarra, y especialmente de su conquista, se pasó al otro extremo. ¡Y se inventó el supernavarrismo! Al punto que los que iniciaron la cosa ya ni reconocen a la criatura.
|
Supernavarros, siempre con la vista algo dañada |
Euzkadi ya no existe, toda ella es Supernavarra. Y los vascos tampoco existimos. Seamos bizkainos o suletinos, ahora somos “navarros”. De la “Navarra occidental o marítima”. El escudo de Navarra fue la primera “bandera”…
Y existió un Reino, queridos niños, que era todo un Estado Vasco Independiente (querrán decir “navarro”) allá en la Edad Media, hecho histórico que es donde se deben basar todos los fundamentos del nacionalismo vasco (perdón “navarro”) y las reclamaciones a la ONU.
Sobre todo este relato me gustaría dar alguna opinión como Capitan Euzkadi:
Euzkadi, o Euskal Herria, o Eskual Herría, o Vasconia, o el País o los Países de los Vascos se compone de seis territorios históricos, por orden alfábetico, aunque riguroso, conveniente para no herir susceptibilidades: Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa y Zuberoa.
Algunos de estos territorios están o han estado más poblados que los otros, algunos son más extensos, otros menos, y cada uno ha podido ser, a lo largo de la Historia, Hermandad, Señorío, País, Provincia o Reino.
Todos los que nos consideramos vascos pensamos que todos somos hermanos. Y que no hay categorías que hagan mejores a unos que a otros, dependiendo de la extensión, población o estatus jurídico de cada territorio.
En un país tan pequeño, sorprende su diversidad geográfica. Pueden encontrarse en él montañas y llanuras, costas, selvas y desiertos. En cada uno de estos seis territorios los vascos nos adaptamos a su medio y formamos una historia propia. No siempre compartida. A veces enfrentada. Especialmente por el interés de Estados más poderosos que los nuestros, como los de España y Francia.
Si en algo nos distinguimos de los demás, entre otras cosas, fue por ser resistentes, resilientes. Nunca ha habido un Estado nacional vasco, entre otras cosas, porque en la Edad Media no existían ni el nacionalismo ni las conciencias nacionales. Y los reinos eran de los reyes, no del pueblo. Reyes incluso de dinastías extranjeras de los países en los que llegaban a reinar, por si hace falta ser más claros.
Aplicar conceptos y categorías actuales al pasado no puede fundamentar ni el relato histórico ni el político. Es caer en el esencialismo y en el historicismo. Del que precisamente acusamos a nuestros enemigos. Para hacer, desde nuestro lado, lo mismo.
Y a fin de cuentas, con perdón, lo que más ha distinguido a los vascos no ha sido el único reino que se conformó en nuestro suelo. Que no se distinguió de otros muchos que hubo en Europa en la misma época, y acabó mal, como tantos otros también. Mucho por divisiones internas. En esto sí que hay semejanza entre los seis territorios.
Si alguna estructura política vasca ha tenido singularidad histórica y política no ha sido ningún reino, sino los ordenamientos forales que se crearon en los otros cinco territorios. En algunos de los cuales se llegó a establecer la hidalguía universal. Que suponía que todos sus habitantes, hombres y mujeres, eran iguales ante la ley. Siglos antes de las Revoluciones occidental y francesa. Cuyos ideólogos, americanos y europeos, tuvieron estos modelos políticos vascos como referente. A pesar de que no eran propios de Estados soberanos, como el mitificado y conquistado, ahora hace medio milenio, reino de Nafarroa.
Los vascos seguimos existiendo, a pesar de conquistas, ocupaciones, imposiciones y opresiones. En Araba y en Bizkaia, en Gipuzkoa y en Lapurdi, en Nafarroa y Zuberoa. Los resistentes vascos.
Sirva esta supercariñosa reflexión para los supernavarros, que no son bizkainos o alaveses orientales, como el resto de vascos tampoco son navarros occidentales, de su superhéroe favorito
El Increíble Capitán Euzkadi
Salud y República vasca